EL REGALO

Después del banquete, el pastel y los buenos deseos la fiesta transcurrió como algo mágico, como un cuento de hadas medieval donde la princesa se era un vampiro y el príncipe un lobo.
Bailaos a los compas de las dulces notas de la música oldie, se escuchaba melodía desencadenada sus brazos rodeaban mi cintura y mi cabeza reposaba en su candente pecho entonces las sentí; dos presencias calientes y dos heladas como el frio del ártico tanto que me estremecí del escalofrió al mismo sentí ponerse rígido el cuerpo de Héctor.
-Quienes son ellos señale con la barbilla hacia la dirección donde estaban dos muchachos que se acercaban a nosotros con los puños cerrados y el semblante duro a la defensiva , conforme se iban acercando los reconocí, eran los chavos que se llevaron a Héctor el día que lo volví a ver en el billar , sisee por lo bajo y mis labios mostraron mis dientes en señal de defensa pero pronto compuse mi postura esta era irracional mi reacción se parecía a la de los vampiros y yo no lo era -tranquila mi amor no pasa nada todo estará bien- y lo dijo de una manera tranquilizadora y en su expresión pude ver que estábamos seguros que nada pasaría pero me costaba trabajo creerlo; termino la canción y me tomo de la mano y nos dirigimos a nuestra mesa allí estaba Lupita esperándonos con la cara confundida – me permiten señoras tengo un detalle que arreglar- y miro a lupita -todo estará bien- ella asintió una vez y sentí como se relajaba entonces Héctor fue al encuentro de los dos jóvenes su presencia era muy cálida tanto que me incomodaba pero también seguía sintiendo las otras dos presencias frías.
-Todo estará bien- dijo Lupita calmando así mi ansiedad – vamos al baño dijo y me tomo por del brazo yo la seguí como sonámbula mientras mi mirada se posaba en la figura de Héctor y los otros dos muchachos de mi recuerdo; sentí las presencias frías mas cerca y lupita se puso rígida, entonces entro la chica que habíamos visto en la graduación de David, extendió las manos y me ofreció una un objeto rectangular envuelto en papel tinto, entonces apareció una chica tan pálida como la que estaba con nosotras y como Jenny la otra chica que estaba con Erubiel el Erubiel de mis sueños extraños, pero esta era más alta con su pelo tan negro como el ébano y ondulado que caía como cascada sobre su espalda miro significativa y fugazmente a la otra chica y me sonrió tímidamente – felicidades el amor es la única norma aceptable para que dos personas se unan en matrimonio- tome el regalo de las mas bajita – esto es en manera de tributo- -gracias- dije nos dieron la espalda y salieron yo me quede como clavada en el piso.
Lupita me tomo por los hombros – ¿estas bien? Héctor esta allá afuera y si no sales se va a preocupar vamos, cuando salimos vi a Héctor cerca de la puerta con los puños cerrados esperándonos flanqueados por los otros dos que mantenían una posición a la defensiva y miraban hacia la parte más oscura de la finca, vi como asentía y el y los otros dos se acercaron me extendió los brazos y yo me refugie en ellos no por miedo fue solo un acto reflejo sentía que si no estaba junto a él lo podría perder en cualquier instante, el me abrazo como si alguien me fuera arrancar de sus brazos, -todo estar bien amor nada pasara- entonces levante la mirada y sus me envolví en lo dulce de su mirada su cálido aliento me hizo estremecer sentí como me soltaba de su férreo abrazo y me dio la vuelta entonces recordé que aparte de Lupita estaban los otros dos chicos tan altos y fornidos como levantadores de pesas profesionales y su cercana presencia tan cálida como un una hoguera entonces me estremecí y vi ojos vieron dos lobos uno color café y otro gris se lanzaban a algo que no pude ver, mi cuerpo se estremeció y mi respiración salió entre cortada mire a Lupita y baje la mirada ella sabía que había visto algo ella me veía interrogante y angustiada –sentí los brazos de Héctor rodearme con fuerza nuevamente y me beso el pelo –que te pasa amor, te asegura que todo está bien - - no es nada mentí es solo tanta felicidad que satura mi corazón y ya sabes- y ya no pude decir nada, mi mirada se dirigió a los dos muchachos , ellos saludaron muy cortésmente con un asentamiento de cabeza – señora a sus ordenes- dijeron al unisonó entonces el uno de ellos de aspecto tierno y sonrisa sincera, tenía el aspecto de un niño su pelo era rizado se dirigió de nuevo a mi – mi nombres Rodrigo y el es mi hermano Ulises, el interpelado sonrió y su sonrisa afable y sincera me inspiro confianza -mami mami- mis hijos se acercaban corriendo como un par de niños a pesar de ser ya unos hombres, la escena fue bastante cómica y todos nos reímos – que traes en las manos a ver- dijo David y tomo el regalo que las dos jóvenes me avían dado, sentí la tención que Héctor despedía, también me di cuenta de cómo Rodrigo y Ulises apretaban los puños , lupita los miraba serena pero inquisitiva viendo sus reacciones – este no se c que es me lo acaban de dar- quienes estos grandotes jajaja- rio Génesis y le dio un codazo a David pude ver el esfuerzo que hacían Héctor y los muchachos por sonreír, de dos agiles tirones el papel quedo hecho añicos y dejaron al descubierto una caja cubierta en raso negro en la superficie de la tapa dos rosas entrelazadas entonces su curiosidad se acrecentó y abrió la cajita en ella estaba una gargantilla de torzal el dije era el símbolo del ave fénix, Génesis la saco y bajo la gargantilla estaba una nota con una letra estupenda TODOS RENACEMOS A UN DESTINO Y EL TUYO ESTA ESCRITO PARA REINAR , -wow esto esta bello de veras pero que significa esto del papel ami- preguntaba Genesis tomando en sus manos la tarjeta – es el reino de la felicidad tu mama es la reina de mi vida y es allí donde debe de estar- contesto Héctor con furia disfrazada de amabilidad mientras Ulises y Rodrigo crujían los dientes, regresaron el regalo a la caja y se lo entregue a Lupita.
El tiempo paso sin más contratiempos los dos chicos se veían como si estuvieran de vigilando pero no por eso dejaron de divertirse y hasta bailaron en momentos a pesar de estar enormes tenían mucha agilidad para bailar llego la hora de retirarnos la mayoría de los invitados se habían marchado solo quedaban los más allegados entre a un tipo camerino a cambiarme de ropa me puse un vestido con un corset mas ligero color negro que las chicas me habían comprado para el viaje, mis hijos mis familiares y mis amigos me esperaban para desearnos esa felicidad que tanto tiempo estuvimos esperando, Héctor tendió sus brazos y yo me acune en ellos sus labios candentes se presionaron en los míos entonces nos volvimos hacia donde estaban todos aquellos a los que amaba, mis hijos con sus sonrisas desbordadas de alegría y sus ojos brillando de las lagrimas que amenazaban por salir, mis amigas y sus esposos mi familia mis demás amigos con los que brinde, llore, y que hoy me veían en la plenitud de mi felicidad tan absoluta como el cielo que nos contemplaba, nos aplaudieron nos tiraron rosas y nosotros corrimos al auto negro con enormes listones tintos hondeando al cielo les mande un beso un los amo y nos alejamos a nuestra vida una vida que siempre espere.