LA BODA

Claro que todo tenía que ser fuera de los cánones establecidos sobre todo si de mi boda se trataba ya lo era con el vestido la música mi ramo era de rosas rojas con dos rosas negras en el centro el pastel era de chocolate negro decorado con rosas rojas los arreglos de la mesa eran dos rosas una negra y una roja en un florero de cristal cortado todo estaba basado en lo que era la esencia gótica hasta mi transporte.
Mi transporte era una carruaje con estilo Medievo tirado de dos caballos negros como la noche de la raza azteca así recorrimos la ciudad mis madrinas mi dama de honor y yo los pajes eran las gemelitas de Estrella ellas tirarían los pétalos de rosas rojas frente de mí y mis hijos me entregarían, ellos vestían un traje negro una camisa color vino se veían muy guapos.
Baje del carruaje las piernas me temblaban entonces percibí más de dos presencias calientes me sentí nerviosa y mire a Lupita todo está bien no te apures, yo dude nunca me había afirmado algo con tanta seguridad.
La entrada era un pasillo el cual esta resguardado con árboles frondosos empecé a recórrelo y llegue adonde mis hijos me esperan me tomaron uno de cada brazo se inclinaron y me dieron un beso en la frente.
Entonces se oyeron los acordes de la canción que me seria mi marcha al altar Haggar sonó con fuerza para dar paso a mi caminata, todo olía a rosas los pajes tiraban los pétalos como alfombra a mis pies sentía como todos me miraban sentía su aura cálida a mi alrededor entonces el que hasta entonces me daba la espalda volteo con una sonrisa cruzando sus labios se veía tan feliz como yo su mirada serena me dejo abajo el temor por las otras presencias, mis hijos tomaron mi mano y se la dieron –te damos el mayor tesoro- dijo David –es tu responsabilidad cuidar de ella pues ya cumplió como madre: dijo Génesis me besaron y se fueron al otro lado del juez.
Sentí su mano apretarme cálidamente entrelazamos los dedos y miramos a la juez ella sonrió me guiño el ojo y en voz baja me dijo mensilla te mereces ser feliz, sonreí por las palabras de mi prima que fungía de juez.
Ella no dijo lo típico de una boda típica pues no lo era, entonces dijimos nuestros votos. –donde vayas yo iré, donde vivas viviré, donde mueras allí moriré y en ese lugar nos enterraran, que dios me conceda vivir a tu lado más allá de la eternidad- así fueron nuestros votos sencillos sacados de la biblia y del corazón.
Oficialmente unidos por el amor y por la ley les presento a Karina y Héctor Ibarra, puedes besar a la novia Héctor, el me tomo en sus brazos me dio un beso tierno pero no por eso menos candente que hizo estremecer mi cuerpo, entonces todos rompieron en un aplauso de felicitación.
El sol se mostraba en la lejanía del crepúsculo e ilumino con un tenue color rojizo el paisaje dando así a nuestra boda un toque más gótico,
-y como se siente la vampira casada con el lobo jajaja- dijo Héctor mientras me apretaba a su candente cuerpo, es mas especial que la vida misma- le dije mientras lo besaba, en eso oímos que nos llamaban a la pista era la hora del vals; las canciones que habíamos elegido : ultimo vals de The Rasmus seguida por no llores de guns y lluvia de noviembre para finalizar con funeral song de The Rasmus, mis hijos fueron los siguientes en bailar conmigo Ángel Michel y Alfonso, así lo hicieron las chicas con Héctor Lupita, Estrella, Maggie y mi prima Rebeca, así hasta que baile con todos los invitados mi amigos y familia, los últimos en bailar conmigo fueron Navarro y Godoy este ultimo todavía receloso y veía Héctor con cara de pocos amigos, pues a pesar de verme feliz todavía no lo perdonaba por su partida pues él me vio en ese doloroso proceso de seguir con vida, entonces Héctor se acerco y pidió su turno de volver a bailar conmigo para finalizar el ritual del vals, -mas te vale- dijo Godoy – mas te vale que no le vuelvas a hacer daño que la cuides y la respetes por que la próxima te las veras conmigo- Héctor puso su mano en el hombro de Godoy – lo pague cada día, cada segundo, que estuve lejos pero jamás deje de amarla y te agradezco por cuidarla todo este tiempo- entonces Godoy sonrió y comprendí que lo había perdonado me entrego a él nos felicito y se retiro para dejarnos dar fin con el vals y empezar con la fiesta