CON EL CORAZON ENTRE... Cap 5

Capitulo 5
LA LLAMADA

El estrés del trabajo y sus obligaciones, de vuelta ya mi fin de semana se había ido sin mas contratiempo que unos golpes y rapaduras con los muchachos la quemada de la comida y la pinchadura de la moto… y mi premonición.
-Hola mensa- dijo Luis mientras me daba un golpe en el brazo donde tenía el cardenal –baboso me duele- el se reía mientras ponía los ojos en blanco -que bien nos quedaste te largaste como lo loca que esta- ok ya les prometo recompensarlos ¿está bien?-
Y así paso el tiempo con cosas tan habituales, con mucho trabajo tanto para mí como para mis hijos y amigos así que el poco tiempo que se daba era un deleite disfrutarlo y salir al comedor con mis amigos o ver en un juego a mis hijos y así fueron quedando atrás los incidentes de los días pasados se fueron quedando atrás como mi cardenal.
-Pero mira que rápido pasa el tiempo tenemos un mes desde el ultimo día que fuimos al billa, s i te acuerdas verdad el día que nos dejaste como tus pendejos allí sin explicación, jajaja- dijo Luis -entonces que vamos al billar esta semana- - ya deja de joder con eso pensé que ya se te había olvido y no es que no quiera pero yo voy a llegar bastante temprano todos tienen junta o curso yo solo soy la única que no tiene nada que hacer- - pues te vas a desayunar y a hacer las diligencias que tengas pendientes, o te quedas a esperarnos mientras te duermes en el coche, pero nos vamos al billar lo que quieras- - NO gracias haya los veo si me ve Godoy o navarro me van a poner a dar curso y entonces si no vamos a poder ir ya sabes cómo son- total ocupaba un rato para mi sola y que mejor que en el billar con una cerveza bien helada pensé para mis adentros
Salí a las 7:30 del edificio tome mi coche y me fui al centro de Guadalajara tomando el periférico que estaba atestado pero era la vía mas rápida, el frio era evidente total 28 de febrero el invierno aun tardaría por irse me tomaría un cappuccino, así que decidí ir al oxxo que estaba debajo del billar medio una risa tonta pues era muy ilógico que fuera tomar una bebida caliente si en un par de horas estaría tomando cerveza helada, pero igual no era la primera vez que lo hacía.
Llegue al oxxo fui a la máquina de café traía los manos libre con la música del cel a todo volumen llegue a la caja registradora extrañamente había un paquete de mis galletas favoritas no le di importancia y las tome, me quite los audífonos y pregunte qué cuanto era –ya esta pagado-dijo la cajera -¿como? ¿Quién’ – sonrió y me doy un papel lo tome aun confundida así como mi café y las galletas y me fui a una de las mesas del mismo establecimiento.
Desdoble temerosa la hoja de libreta muy pequeña; la letra era tan familiar ,NO eso debía de ser un error, voltee a todos lados para ver a quien me avía escrito aquello pero no vi a nadie el corazón me latía desbocado cuando comencé a leer…
¨Dama de la oscuridad marca este número que suene dos veces y cuelgas y espera el regreso de la llamada¨ en la parte inferior había un numero de celular, lo marque y el pulso irregular me hacia la mano temblar, oí el repiqueteo y al segundo colgué, solo había una persona que me decía DAMA DE LA OSCURIDAD, El me había puesto así ; el tono de llamada entrante me saco de mis pensamientos y pegue un brinco –diga –conteste con un hilo de voz, -Hola amor- dijo la voz tan varonil del hombre de mi vida , -Héctor mi amor ¿Cómo?- tenía tantas preguntas, -No digas nada ya hablaremos, tardaran mucho tus amigos,- -en 3 horas más o menos creo- -es buen tiempo ve al hotel cervantes habitación 26, no toques solo abre y entra, no te lleves el auto toma un taxi, te espero.
Antes que pasara otra cosa ni siquiera cerraba todavía el cel. Cuando ya estaba fuera de la tienda pidiendo la parada a un taxi apenas subí le dije el destino.
Baje del taxi subí el cuello de mi gabardina y entre, me dirigí el ascensor y salí buscando el cuarto me pare frente a ella un cumulo de emociones me invadió miedo, emoción, todas recorrieron mi cuerpo, con la mano temblorosa gire la perilla y abrí; la habitación estaba a media luz con las cortinas cerradas cerré la puerta tras de mi sin voltear, sentí que me quitaban la gabardina sentía tanto miedo de voltear, su mano agarro mi brazo y me hizo girar lentamente, yo tenía la cara agachada y puso su mano en mi barbilla levantando mi rostro, cuando mis ojos se toparon con los suyos no hice otra cosa más que abrazarme a su candente y torneado cuerpo.
El me tomo en sus brazos me levanto sin ningún esfuerzo –Perdóname amor lo hice por protegerlos, yo- no quería explicaciones no deje que me dijera mas nada, lo bese lo bese con tanta pación y desesperación con todo mi amor y deseo contenidos; sentí como se aferraba a su cuerpo, me recordé que tenía que respirar y aparte mi rostro un poco ya estábamos sobre la enorme cama, lo mire tan hermoso me arrodille en el lecho y volví a abrazarlo, -espera no creo que debamos- decía mientras mis manos le quitaban la camisa –se que me deseas tanto como yo a ti si no tus manos o estarían desatando mi corset- - espera entiende- -nada demuéstrame que de verdad me amas y que te hice falta- sentí su titubeo, solté su camisa lo mire con dolor y me baje de la cama –oh déjame si no me amas- apenas iba a darle la espalda cuando sus férreos me envolvieron y caímos al lecho, su boca era un cumulo de ardiente ansiedad, sus manos desataron mi corcet con gran y desesperada agilidad –TE AMO todo este tiempo ha sido un infierno peor que mi destino- decía mientras me besaba y seguía desnudándome
No hubo rincón de mi cuerpo que su boca no recorriera mientras yo recorría los míos por ese cuerpo suyo con la misma ansiedad, su candente cuerpo sobre mí su rostro tierno lleno de pación, sentí su deseo cundo lentamente me hizo suya con esa pación amor y ternura que lo hacían único, si mi único y verdadero amor y así pasaron los minutos y esto se convirtieron en horas yo no quería parar pero él me recordó que no debía agitarme tanto aunque la verdad esa forma de morir no me allá importado, pero en fin tuve que ser consciente y quede recostada sobre su musculoso pecho que irradiaba calor o tal vez era yo quien se sentí acalorada.
El timbre de mi celular me hiso saltar el me tenia abrazada con un brazo mientras con su mano jugaba con mi oreja, eran las 11:30 am, me alcanzó mi celular y conteste – Donde diablos estas la chava dice que nunca entraste y tu coche esta aquí- Lupita sonaba histérica, pero acaso no.. Chin no ella no sabía, sentí el cuerpo de Héctor temblar debajo de mi por su risa silenciosa que le dio
-este no te puedo explicar en este momento pero te prometo que te lo explicare en su momento, hazme un paro llévate el carro tu traes el otro juego de llaves no digas ni preguntes nada prometo explicártelo en su momento solo puedo decirte que en teste momento soy muy feliz discúlpame con los chavos por favor, luego e llamo - - valla si que se preocupa por ti Lupita- dijo Héctor mientras cerraba mi celular voltee a verlo interrogante, ¿Cómo? ¿Cómo sabia su nombre? Ella entro al turno de la noche a la semana que él se fue, -se mas de lo que te imaginas-dijo mientras volvía a recostarme sobre su pecho; - ¿que tienes que hacer hoy? Vas a descansar otra vez 3 días no- pero eso no fue pregunta fue afirmación, -¿vas a acampar con los ¨niños¨? - dijo con la naturalidad de una plática con alguien con quien has estado por mucho tiempo pero la cuestión aquí es que él y yo apenas nos habíamos reencontrado apenas hace 3 horas – nada- conteste mecánicamente envuelta en mis miles de preguntas, -se suponía que iba a arregla la casa no vamos a ir de campamento por que los muchachos se fueron a la playa con su padre- conteste aunque me quede con lo que en realidad quería decir. -Perfecto llama a Lupita y dile que vas a regresar mañana pero no le digas donde estamos, no quiero…-y dejo la frase sin terminar, se volteo y me dio un celular de esos que usas y tiras en su rostro se reflejaba algo de preocupación.
Tome el teléfono y marque el numero de Lupita –diga- escuche decir a Lupita, -nena soy yo no voy a ir a la casa tengo algo MUY importante que hacer no preguntas cundo llegue me interrogas ¿está bien?- - me debes muchas explicaciones pero esperare a que llegues y dile que espero que no te vuelva a hacer daño hasta mañana- sentí como el cuerpo de Héctor se ponía rígido, se dio cuenta que lupita sabía que estaba con él, -creo que no es necesario que pregunte como es que sabe que estás conmigo, tiene tanto tiempo de amigas que parece que tienen una sola mente- decía seguro pero desconcertado.
Me haya gustado preguntarle tantas cosas pero me tomo en sus brazos con la misma pacion de hace un momento y sabia que no podría preguntar nada pero ya tendríamos un momento, ahora lo único que deseaba era ser suya solamente.