CON EL CORAZON ENTRE... Cap 7

INTERROGATORIO

-Muy bonito tus hijo s llegaron y se fueron y tu ni tus luces, ¿que se creen que no me preocupo, porque apagaste el celular, piensas que con un mensaje diciendo que hasta hoy venias es suficiente? Pero que se ha creído que se puede ir así nada más y estar oculto tanto tiempo y un día regresar como si nada hubiese pasado así tan…- -ya para tu carro- la interrumpí - que ahorita te cuento, pues lo que me dices suena más a un discurso aprendido, si luego se te nota en la cara que quieres todos los detalles chismosa- riéndome de su inmensa curiosidad los ojos de color verde centelleaban esa curiosidad.
Le conté todo bueno todo lo que se debía contar, además aun habían quedado cosas inconclusas, se sorprendió al saber lo bien enterado que estaba de mi vida después de su partida, le que le oí hablar en sueños y también lo extraño de su mensaje y que jamás salimos del hotel. Y que yo salí antes que él, y que me dio el dinero para pagar todo lo cual no fue nada barato sobre todo por el servicio al cuarto,
Un golpe nos hizo saltar volteamos a la puerta y vimos a Ángel entrar con su sonrisa picara que ya me daba un ante sala a lo que me esperaba, me encantaba lo bien que se veían Lupita y él se querían mucho, es verdad que en alguna ocasión Ángel me gusto pero Lupita y él se enamoraron y pues eran un gran ejemplo de un amor eterno y verdadero Lupita y había sufrido mucho, Ángel vino a ser su puerto seguro amaba a los hijos de ella la más grande Marina se había casado con mi hermano Emmanuel y vivían en las vegas, sus demás hijos estaban estudiando y al igual que mis hijos se irían al extranjero en pocos días.
-¿Que contigo?- dijo en tono bromista - ¿piensas que puedes llegar a la hora que se te dé la gana, que te crees, acaso piensas que no nos preocupamos por ti sonsa?- - cállate- lo interrumpí dándole un golpe en ese brazo de acero; me miro interrogante pero cuando vio los verdes ojos de Lupita opto por dejarme en paz, alzo los brazos dramáticamente –mujeres cuando las entenderé- Lupita y yo pusimos los ojos en blanco y soltamos la carcajada, sentí la mirada de Lupita fijamente, y Ángel le pregunto que le pasaba, voltee a verla esperando su respuesta.
-Es mucho el tiempo que te conozco y son muchas las veces que te he visto reír pero es la primera vez que veo que esa alegría te ilumina la mirada te vez radiante- su sonrisa se hizo una mueca de dolor pero pronto la compuso.
-Y bien que piensan hacer pues aquí es muy peligroso para ambos tales puedas pedir tu cambio para Ramos Arispe- -no se no hablamos de eso- la interrumpí y me quede pensando ¨bueno no había problema ya saldría ese tema¨, solo que había muchas cosas importantes…-y sentí como le calor subió a mi rostro entonces Lupita y Ángel comenzaron a reírse.
Termine mi desayuno y me fui a hacer mis deberes antes de dormir, en la noche tenía mucho trabajo otra vez a la rutina laboral, tenía que ponerme de acuerdo con Héctor igual podría pedir unos días de vacaciones ya que tenia acumulados casi 2 meses… ahora que recordaba Héctor y yo no dijimos nada de la próxima vez; bueno tal vez el me llamaría, entonces abrí mi bolsa y encontré la señal para nuestra próxima cita ¨el sábado nos vemos yo te llamo, no comentas más de lo que ya le dijiste a Lupita y a Ángel¨ ¿Cómo? En fin era por demás pensar cómo es que se enteraba de todo.
Como era de esperarse un bombardeo de recriminaciones hicieron de mi turno un martirio prometí bueno casi jure que los recompensaría el viernes total no vería a Héctor si no hasta el sábado; el sábado que largo se me hacia el tiempo era un martirio –total si duraste 6 años para volver a verlo que no dures 5 días no seas dramática- se burlaba Lupita y Ángel en el comedor.
El pasar de los días fue lento y tedioso monótono pero el viernes en la madrugada ya pintaba distinto era día de billar así que nos fuimos a divertir un rato.
Un mensaje el sábado saliendo del trabajo me animo mas ¨te veo en el fiesta habitación 26 solo abre y entra te extrañe¨.
No hay mayor gloria que estar entre los brazos del amor de tu vida y después ce mis hijos es lo mejor que podría pasarme; estar entre sus brazos sentir su ardiente cuerpo sintiendo como su ardiente intimidad entraba en mi apoderándose de mi ser perpetuo enloqueciéndome con ese fuego que arrebata todo pensamiento y te envuelva en la más grande de las sensaciones, sentir que la vida es un memento y ese momento se convierte en un paraíso el paraíso terrenal.
Así pasaron 3 semanas tres hoteles diferentes solo una cosa en común el mismo numero de habitación; pero ya se venía otro fin de semana triple mis hijos querían despedirse en forma de sus padre y se volverían a ir de campamento pero con el solamente así que yo tenía 3 días completos para Héctor y para mí.
Héctor y yo en esas semanas aviamos platicado muy poco de otros asuntos solo el tiempo lo utilizábamos para amarnos y tratar de recuperar el tiempo perdido